lunes, 24 de agosto de 2009

La novela dominicana del siglo XX

La novela dominicana del siglo XX

La novela dominicana nace en el siglo XIX bajo el signo romántico. Los estudiosos dominicanos del género entre ellos el crítico Carlos Esteban Deive, Bruno Rosario Candelier, Marcio Veloz Maggiolo y Abelardo Vicioso, coinciden al alegrar dos razones fundamentales para su letargo: la ausencia de condiciones sociales, culturales y económicas en la isla para producir textos ficticios y la implementación de una cedula Real dictada por las autoridades españolas el 4 de abril de 1531 la cual prohibía el envío y la difusión de libros de romances e historias vanas y de profanidad a la vida
La primera novela dominicana apareció en 1843 y fue escrita por Angulo Guridi y se titula Los amores de los indios. Esta es una novela de corte indigenista escrita en Cuba. A esta le sigue El montero de Francisco Bonó (1844), una novela de tema costumbrista. Luego en el (1879) Manuel de Jesús Galván publica la primera parte del Enriquillo. Esta novela de corte indianista histórico es uno de los clásicos reconocida internacionalmente. El siglo novelístico del siglo XIX se cierra con Francisco Gregorio Billini y su novela costumbrista Engracia y Antoñita , publicada en 1882
Es en los inicios del siglo xx que la República Dominicana verdaderamente cobra fuerza en la producción literaria. La novela de esta época estaba cargada de un fuerte contenido social. En ella se recoge la descripción de lo cotidiano, la ciudad y las vivencias de los años veinte. El romanticismo deja sentir su huella en la narrativa de principios de siglo. La novela de corte romántico costumbrista e histórica serán privilegiadas por los escritores de esta generación.
En las novelas de la primera década del siglo xx se da énfasis a la exaltación de los valores patrios y se ponen de manifiesto los acontecimientos históricos más importantes de la sociedad dominicana de la segunda mitad del XIX. Entre los más destacados se encuentran Francisco García Godoy con Alma dominicana y Guanime, (1908) y Manuel Amiama, El viaje, (1908) Estas novelas constituyen el afianzamiento del romanticismo dentro de la narrativa del siglo XX.
Entre las novelas más sobresalientes al inicio del siglo XX, se encuentran las de Tulio Manuel Cestero, La ciudad romántica (1911) y La sangre. Cestero escribe una prosa con estilo muy personal. Reconstruye con maestría los sucesos históricos de la época.
La sangre. es una novela urbana, cruda y capitalina. En ella Cestero nos muestra un ayer revolucionario en el que aparecen figuras de la historia dominicana como Ulises Heureaux ( Lilis) quien fuera un dictador en el país.
Próximo a los años treinta, surge la novela marcada por el interés por lo campesino, lo local y tradicional, la naturaleza y la problemática social del campesino, Podemos apreciar estas características en novelas como La mañosa (1933) de Juan Bosch,
Los enemigos de la tierra de Francisco Andrés Requena (1936), Barsie de Juan Bosch (1938). El tema de los ingenios y la industria de azúcar en la en la narrativa bajo la denominación de la narrativa nacional, la “novela de la caña.” A esta novela pertenecen : Cañas y bueyes de Francisco Moscoso Puello(1936), Over de Ramón Marrero Aristy (1939) y Jengibre de pedro Andrés Cabral (1940). Paralelo a estas novelas de denuncia social y política aparecen otras que intentan engrandecer la figura de Trujillo como Eusebio Zapote de Enrique Aquiar (1938), Revolución (1942) La cacica(1944), y Hello Jimmy ( 1945) de Rafael Damirón Cachón
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