domingo, 1 de noviembre de 2009

Trujillo un disoluto esperpéntico




Trujillo un disoluto esperpéntico

Durante los primeros años Trujillo disfrutó del absoluto control político y no se registra ningún acto de oposición. Es a partir de 1955 , año en que la dictadura celebra su 25 aniversario , con la inauguración de la “Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre”, en la cual despliegan una serie de actos deslumbrantes e irracionales que le costaron al gobierno más de 50 millones de dólares. Es ahí que la situación comenzó a modificarse y se inicia un período de dificultades que anuncia la entrada en crisis de la tiranía.
Trujillo presentaba un aspecto de galán de cine, más que de militar. Cada vez que se requería una foto para la prensa posaba , no solo frente a una cámara fotográfica, sino frente a los demás tanto en reuniones como en actos públicos y privados.
El aire misterioso que rodeaba a Trujillo se le añadía a su reputación de aventurero y codicioso pues se sabía como había obtenido sus galones. Entre otras; persiguiendo nacionalistas, asesinando a quienes defendían la soberanía frente al invasor yanqui que había invadido por primera vez la República por los años 20. De ahí en adelante, ganó los ascensos por medio del crimen, la intriga y el complot contra sus compañeros de armas.
Su figura imponente es el resultado de leyendas que él mismo inventó a través de retratos y fotografías, en la que él aparece con apariencia pulcra e impasible, siempre serio más bien severo, apenas un esbozo de sonrisa enigmática, que denotaba lo falso y solapado que escondía detrás de su persona. El aparentar y la mentira con Trujillo se instituyó en la República Dominicana. El tirano hizo del cuidado de su imagen una obsesión psíquica, la manera “del buen vestir” significaba vestirse como él, aparecía como un símbolo de respeto y persona ilustre.
La adulonería, el lambonismo y el lacayismo sirvieron de andamiaje para la edificación del cuerpo de calies que se extendió a todo lo largo de la Republica.
A sus títulos de “Benefator de la Patria Nueva”, supo impregnarles un sentido práctico, al convertirse en el Padrino ideal de todos los matrimonios y bautizos multidinarios y los matrimonios colectivos de parejas de uniones consensuales se hacían con el objetivo de que Trujillo se convirtiera en padrino y compadre cristiano y completar así su intromisión y presencia en miles de hogares dominicanos.
Muchas mujeres eran tratadas de forma humillante que hacen recordar los “derechos de pernada” feudales, que de manera sistemática , morbosa y viciosa se imponía hasta el punto de obligar a centenares de familias a adoptar una vida social marginada para sus jóvenes adolescentes y evitar así, que fueran víctimas de los requerimientos tributarias destinados al acopio de jovencitas, para complacer los caprichos de la decadente sexualidad del sátrapa, como de algunos de sus familiares y adláteres. A pesar de todo fueron muchas las mujeres que desafiaron en una u otra forma, tales acosos asumiendo las consecuencias políticas y económicas que tal actitud conllevaba.
Los días patrios y las fiestas nacionales eran utilizados por el dictador para su beneficio. La gente de clase media y pobre tenían que pintar la fachada de sus casas a como diera lugar, resultaba ser una forma de vender la pintura de los comercios e industrias que Trujillo usufructuara.
De otra parte los retratos del tirano, sus discursos , dedicatorias, asistencias a mítines con pase de lista, eran vendidos convirtiéndose en una obligación como las chapas , palabra que se reemplazaba por placas, pues chapa o chapita le llamaron a él desde sus años mozos, estas venían con frases laudatorias para decorar las paredes de los hogares dominicanos. La omisión o el olvido de cualquiera de estos detalles podía ser la diferencia entre la ya triste vida cotidiana y un inspirado vuelco del destino hacia el abismo de la incertidumbre el desempleo, la coacción y hasta la muerte.
La miseria y la pobreza del menesteroso se veía como un delito común y todo aquel que no tenía alguna prestancia, apariencia, o padrino era apresado por considerársele vago y arbitrariamente se le recluía en alguno de los campos de trabajo forzado en calidad de esclavo como en el sisal en Azua y las fincas de arroz en Nagua.
Trujillo se apoderaba de las mejores tierras y haciendas particulares por medio de la compra abusiva , extorsión y asesinatos. Una de sus aficiones favoritas consistía en apropiarse del ganado del prójimo, haciéndose dueño a como diera lugar.
El incontrolable y desaforado apetito sexual de Trujillo le ganó el apodo de “El chivo”, por la alusión explícita a “macho cabrío”. En realidad, Trujillo no conocía límites, ética alguna, ni leyes de ningún tipo, en el ámbito del sexo, ni de cualquier otro tampoco.
El dictador poseía incluso a las esposas e hijas de sus colaboradores , y muchas veces con la aquiescencia de éstos, y el beneplácito de aquéllas, tal era el grado de corrupción moral y dependencia emocional de sus partidarios hacia el Benefactor, el Jefe, su Excelencia , el Generalísimo o en los últimos años de su vida reconocido como el Padre de la Patria Nueva, como era llamado en el espacio público, y en algunos casos en el privado, por sus limpia sacos colaboradores.
En relación a su familia cabe decir que la esposa de Trujillo, burlada y pisoteada frente a la sociedad por él era reconocida en República Dominicana como La Prestante Dama, y su madre a quien Trujillo sí parecía querer , aunque se avergonzaba de su piel haitiana y oscura, era llamada por los dominicanos La Excelsa Matrona y era tratada con sumo respeto.
En el espacio público a Trujillo se le reconocía como El Hacedor. Sus supuestos atributos formaban parte de una máscara con la cual escondía su verdadera identidad, que podría compararse a juzgar por sus espeluznantes acciones como el Príncipe de las Tinieblas.
2010

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La novela de la dictadura en República Dominicana.






Soledad Álvarez, considera que la narrativa de los años de la dictadura, hay que buscarla “fuera de la asfixia mortal del trujillato”. Señala que los intelectuales dominicanos se vieron obligados a escribir solo lo que le complacía al régimen del dictador. “Trujillo era la presencia omnisciente y bajo sus mordazas la literatura tuvo que negarse a si misma la función crítica y política en esos años”.


La novela de la dictadura se inscribe en el periodo posterior a la muerte de Trujillo, a final del 1961. En ella el intelectual dominicano denuncia al mundo los atropellos de la dictadura durante los treinta años de gobierno. Después de 31 años de aislamiento cultural y político, la República Dominicana y con ella la literatura entraron de nuevo al mundo en el momento en que triunfaba la primera revolución socialista en América. El hecho de gran importancia para los países subdesarrollados tuvo gran trascendencia para el país que tenía ante sí la responsabilidad de elegir entre las distintas opciones que le presentaba el momento histórico. La literatura para ese entonces, rechazó los moldes esteticistas y produjo una narrativa cuyo eje central era el hombre.

Los escritores dominicanos que conocieron por experiencia propia los horrores de la dictadura trujillista son los que con más frecuencia se acercan a los acontecimientos de esa época. Algunos de ellos están marcados por el pasado histórico más traumatizante que ha vivido el dominicano en la historia política y social de República Dominicana. Entre los escritores dominicanos más destacados figuran, Carlos Esteban Deive, Pedro Peix, Marcio Veloz Maggiolo y Andrés L. Mateo.


La novela de la dictadura, se caracteriza por la denuncia de los hechos que acontecieron en la República Dominicana durante la dictadura. En ella aparece de manera prominente la figura del dictador y otros miembros importantes de su gobierno. Como otros dictadores de Hispanoamérica, Trujillo se erigió como dictador absoluto aprovechando el apoyo que le brindaron las clases adineradas de la nación y las potencias extranjeras.
De acuerdo con Juan Antonio Ramos, el gobierno absolutista que caracteriza la dictadura se distingue por un marcado interés en proyectar una visión ante el mundo de orden y progreso detrás de esta farsa se oculta un régimen totalitarista. Al igual, que otros dictadores en Hispanoamérica, Trujillo se caracterizó por su afán en el desarrollo material y la industrialización de la República Dominicana asumiendo un gesto paternalista ante la nación. En la novela de la dictadura, se escribe con frecuencia acerca de acontecimientos cotidianos de entonces. Se denuncian las torturas, los crímenes, la corrupción el abuso de poder y las injusticias sociales. Además en la novela de este periodo se denuncia el silencio y la ausencia de la conciencia colectiva capaz de impulsar al individuo más allá de sus necesidades individuales inmediatas. Es un llamado a los hombres que componen la sociedad dominicana a integrarse en la lucha por defender los derechos que le conciernen.
Álvarez en un conversatorio sobre la poesía social dominicana posterior a la dictadura celebrado en el 1978, reconoce que el regreso de los exiliados, el triunfo de la revolución cubana, el breve gobierno de Juan Bosch y la creación de importantes organizaciones culturales, dinamizaron el quehacer cultural y el nivel de publicaciones en la República Dominicana en el periodo de los setenta.

El lenguaje que se utiliza en la novela de la dictadura, es un lenguaje directo y por lo general el narrador presenta cartas y documentos que corroboran la veracidad de las denuncias que cuenta en la ficción novelada. Se critica la adulación al tirano, el daño ideológico que ha experimentado el pueblo dominicano en esos treinta años, la ambivalencia y ansiedad en que se vive en medio de la dictadura y el ambiente de la época.

Los años sesenta significaron un periodo trascendental para la cultura dominicana. Fueron muchos los acontecimientos que tuvieron lugar en ese lapso que tiene sus inicios con el ajusticiamiento de Trujillo en el 1960, la celebración de las elecciones en que fue electo Juan Bosch como presidente en el 1963 y su destitución a consecuencia del golpe de Estado militar seis meses más tarde. Resulta difícil sintetizar el momento en que la literatura dominicana se pronuncia sin ambages ni medias tintas por un arte comprometido con las legitimas aspiraciones populares.

La generación del sesenta nace a raíz de las jornadas de lucha contra los finales de la tiranía de Trujillo y los sucesos que acontecen luego de derrocarse el trujillismo. Los jóvenes escritores y artistas de esta generación formaron al comienzo del 1962 diversos grupos como los fueron Arte y liberación y el Movimiento Cultural Universitario. Entre ellos se encontraban Miguel Alfonseca, Grey Coiscou, Jeannet Miller, Asdrúbal Domínguez, Juan José Ayuso, René del Risco y Bermúdez y otros.

Constituyen los exponentes más significativos de esta generación: Manuel Rueda, Marcio Veloz Maggiolo y Armando Almánzar, Todos ellos llegaron del exilio político a la muerte del dictador e irrumpen en el ambiente con las influencias del boom latinoamericano y la búsqueda de las raíces que genera ese boom.

Franklin Gutiérrez, historiador dominicano afirma, que a raíz del golpe de estado al gobierno de Bosch diversos sectores revolucionarios continuaron en una lucha interna por restablecer la democracia coartada por el gobierno militar instituido en esos años en la República Dominicana. La represión militar desembocó en una Guerra Civil, la que se produjo en la ciudad de Santo Domingo en el año 1965. Cuatro días más tarde el 28 de abril , se produce la segunda intervención norteamericana. Todos estos eventos cambiaron el pensamiento político y social dominicano con las nuevas expectativas del restablecimiento de la constitución en el país, provocando un gran impulso que contribuyó a la expresión artística y literaria de los intelectuales dominicanos inmersos en esta causa revolucionaria.
Los escritores jóvenes manifestaron sus inquietudes políticas y sociales entre las que encontraban, la revisión del dicurso político y la denuncia de las atrocidades cometidas por la dictadura. Esta manifestación se expresó a través de la poesía, el ensayo y la prosa.
El movimiento armado liderado por Francisco Caamaño en abril de 1965 y su frustración, producto de la intervención yanqui, contribuyen al momento más importante en las letras dominicanas de este siglo en que la generación del sesenta se congregó junto con el pueblo a la lucha armada. Álvarez señala que: “la literatura de la revolución fue una literatura de urgencia, construida bajo el fragor de la guerra y creada con el propósito de reflejar el terrible momento en que un pueblo decide su destino aplastado por la potencia imperialista.”

Los grupos jóvenes de la generación del sesenta integrantes de varios grupos culturales al producirse la insurrección de 1965, volvieron a agruparse, poniendo su talento y coraje al servicio de la revolución constitucionalista convirtiéndose en el Frente de Artistas y Escritores Constitucionalistas. Esta organización se dedicó durante la contienda bélica, a desarrollar actividades artísticas progresistas para elevar el nivel de conciencia de aquellos que combatían con las armas la ocupación militar norteamericana, manteniendo en alto la moral de combate, utilizaron la pintura mural, la representación teatral, y otros recursos. Entre los que pertenecieron a este grupo se encuentran Miguel Alfonseca, Marcio Veloz Maggiolo, Armando Almánzar, Andrés L. Mateo y otros.

La narrativa de los años setenta en adelante, es una marcada por la guerra civil del sesenta y cinco y la tiranía. Se robustece más con la aparición de la agrupación cultural La Máscara a finales de la década y la fundación de Casa de Teatro, un centro cultural que promueve la cultura en el país hasta estos momentos. Esta nueva generación es la más prolífica y significativa de toda la novela dominicana, en cuanto a variedad temática y cantidad de obras que se escriben. El ámbito urbano es el espacio que regirá la narrativa dominicana de este periodo literario. La ciudad colonial y sus calles serán los lugares más frecuentes descritos por los narradores en sus obras. En los años setenta podemos citar a Manuel Rueda, La bella nerudiana y Papeles para Sara y otros relatos (1985). Pedro Peix, La narrativa yugulada (1987)

Después de la Revolución de abril de 1965, se celebraron en el país de nuevo elecciones durante el año 1966. Joaquín Balaguer, es quien obtiene mayor número de votos y logra alcanzar ser Presidente de la República. Su gobierno se caracterizó por la violencia, la corrupción pública, la falta de libertad de expresión en la ciudadanía. Por otro lado continuaron también las guerrillas de izquierda. Es decir que continuó en el país una guerra civil en los diferentes puntos de la Isla. Balaguer se mantuvo en el poder por un periodo de doce años. Las elecciones del 1974 marcan el final de su gobierno.

Miguel de Mena, crítico dominicano, señala que la generación de los ochenta plantea la crisis de los doce años del gobierno de Joaquín Balaguer. En ella se denuncia el discurso político del gobierno. Se denuncia la corrupción gubernamental, los crímenes y las desapariciones de figuras políticas dominicanas. Entre los intelectuales que componen esta generación hay una preocupación por la búsqueda existencial, la metafísica y el sentimiento de consumación del tiempo.

Bruno Rosario Candelier, afirma que durante esos años “la novela dominicana se enriqueció con valiosos textos que se inscriben dentro de la narrativa moderna y los novelistas que escribieron en la década de los años setenta impulsaron el desarrollo de la nueva novela, con la experimentación formal y con la aplicación de procedimientos modernizantes de la forma de novelar.”

Entre las novelas más significativas de esta generaciones necesario señalar a escritores como Pedro Peix, El placer está en el último piso (1974), La loca de la plaza de los almendros (1978) La noche de los bufones blancos (1980) y Los despojos el cóndor ( 1983. Pedro Mir, Los algarrobos también sueñan (1977), Carlos Esteban Deive, Las devastaciones (1979), Pedro Verges, Sólo cenizas hallarás (1980), Hirma Contreras, Facetas (1982) y La tierra está bramada (1986) ,y Entre dos silencios (1987), Ángela Hernández Desafío (1985) y Las mariposas no temen a los captus (1985), Andrés L. Mateo, La balada de Alfonsina Bairán (1986), Estos escritores componen el grupo más significativo de la novelística de esta época. De una manera u otra estos escritores incluyen en sus obras el tema de la dictadura y la figura del dictador.

En la literatura que corresponde a la generación de los noventa los temas se enfocan hacia una estética basada en los sueños y el psicoanálisis . Se percibe en ello la intención de la búsqueda interior del hombre. Entre los escritores que corresponden a esta generación podemos citar a Martha Rivera García ganadora del premio Internacional de Casa de Teatro con su novela He olvidado tu nombre (1995), Geometría del vértigo (1995, Luis Santos, En el umbral del infierno (1996), Avelino Stanley, Tiempo muerto y Catedral de la lívido, (1998) y Carmen Imbert Brugal, Distinguida señora. (1995).

La literatura del 2000 en adelante esta marcada por elementos cotidianos, sentimientos del diario vivir, las costumbres y el lenguaje popular. Pedro A. Valdez escritor y critico dominicano , refiriéndose a la literatura que corresponde a este periodo, señala que esta nueva modalidad de escritura dominicana enriquece la temática anterior.
García Romero apunta que es muy amplia la variedad de temas que entran a formar parte de esta nueva narrativa. Entre ellos se encuentran, temas cotidianos entretejidos con elementos eróticos y estos a su vez se mezclan con la naturaleza y la exuberancia del paisaje sensualizado como se puede observar en la novela Callejón de las flores (1999), de Ligia Minaya Belliard en la que los elementos de la naturaleza, lo erótico y las imágenes exuberantes se fusionan y componen los elementos importantes de la narrativa.

La estrategia de Chochueca (2000) de Rita Indiana Hernández, también abre nuevos caminos a la literatura actual. La crítica considera esta obra como un arriesgado intento de la autora por acercarse a la modernidad en la literatura tomando como marco socio cultural el Santo Domingo de hoy. Sus personajes son habitantes de una ciudad subterránea marginal. En ella están presentes, los fantasmas de la historia, la represión de los doce años de Balaguer, la corrupción gubernamental y la profunda desigualdad social que existe dentro del país.
Por otro lado Pedro A. Valdéz es un escritor de esta misma generación que en sus novelas Bachata del ángel caído (1998 y El carnaval de Sodoma , (2002) nos muestra personajes derrotados de la vida cotidiana. El autor le da voz a los individuos que viven al margen del poder social y de los supuestos beneficios de la globalización.

Doris Melo
Derechos Reservados
2009

jueves, 27 de agosto de 2009

Andrómaca de Iván García . Lo trágico histórico dominicano durante la ocupación haitiana.






Existe cierto acuerdo de la crítica en cuanto a la duda acerca de la posibilidad de una tragedia verdadera en un mundo racionalista. Se piensa que la tragedia se ha convertido en un simple tema literario o un mito poético. Sin embargo vemos que surge un interés en el teatro del siglo XX como tema importante pues existe en el, una tendencia a representar el retorno al ritual. Es precisamente de donde surge el teatro. En ese sentido resulta importante observar en las obras teatrales una vuelta a los orígenes del ser humano en la búsqueda de la psique. El mito se convierte, desde las perspectivas que propone Mircea Eliade, siguiendo a Carl Gustav Jung, en una forma de comunicación con esos orígenes.
La actualización del mito y de la tragedia se transforma en el enfrentamiento con “lo trágico” en el mundo moderno. Veremos como la actualización de la tragedia que lleva a cabo Iván García en su obra Andrómaca, cobra relevancia dentro de esta tendencia del siglo XX..
En Andrómaca de Iván García, una mujer de carácter, perteneciente a la alta sociedad dominicana es representada con una mentalidad dirigida hacia la justicia cuando se enfrenta a un dictador poderoso. Se trata de un hombre al que ella odia y al que se tiene que enfrentar para negociar la vida de su hijo el cual ha sido condenado a muerte.
En la obra de García, la voz del abuelo representa la conciencia clamando justicia ante la dictadura de Ulises Heureaux. Una tragedia tras otra embarga la familia. Su hijo fue asesinado por el dictador, al ser acusado como conspirador contra el gobierno.

Andrómaca funge en la obra de García, como el héroe de la tragedia griega de Eurípides . Ella, es una mujer desdichada que sufre porque su hijo será condenado a la pena de muerte. Trata de dialogar con Ulises para negociar que su hijo sea indultado.

El abuelo representa el papel del profeta que predice lo que ocurrirá . Se trata del oráculo que profetiza la caída del héroe prometeico como bien señala Duvignaud en su sociología del teatro. Andrómaca.desempeña también la voz del coro griego que presentaba los conflictos y anunciaba la catástrofe. Por otro lado el antagonista se ve representado en el dictador negro Ulises Heureaux
Los prejuicios raciales y étnicos de los griegos clásicos se reflejan en los ataques directos contra la raza de Ulises. Lo odian por su color y él se empeña en defender su piel negra.

He de señalar que el momento histórico en que se presenta la obra se relaciona con el periodo histórico de la ocupación haitiana durante el siglo XIX. Los haitianos gobernaron por un periodo de 28 años.1822-1889

El racismo y el odio al negro se ve reflejado en esta obra que es una realidad dominicana hasta nuestros días. El discrimen racial denunciado en la boca de Andrómaca . El abuelo predice a lo largo de la obra lo que va a acontecer y la traición de Ulises que Andrómaca no quiere creer.
La traición de Ulises es develada . El verdadero propósito del tirano es vengarse de Andrómaca por haberlo rechazado y en segundo lugar, destrozar por completo su autoestima como dominicana, así como su pudor como mujer blanca .
Andrómaca sufre trágicamente la hamartía o el error de cálculo del cual se habla en la poética de Aristóteles . Todo deviene en su contra, por su error al confiar en Ulises y entregar su dignidad .
Aunque al final del drama trágico, Andrómaca le gustaría asesinar al tirano o suicidarse por el ultraje de este hacia su persona no llega a materializarse.
Doris Melo
Derechos reservados.

Cuando me asalta el recuerdo de ti. La escritura que reclama el espacio de la mujer en el Caribe.




Cuando me asalta el recuerdo de ti. La escritura que reclama el espacio de la mujer en la sociedad patriarcal dominicana.

aproximarse al asunto de la mujer como sujeto significa indagar , investigar , aunque sea brevemente, el papel que las sociedades patriarcales de estos últimos siglos le han asignado a las mujeres , al trabajo femenino y a sus colaboraciones al conjunto de la vida social y productiva. Conviene realizar un análisis crítico al escasamente abordado tema literario de la obra de Ligia Minaya, en particular el análisis de las estrategias de articulación y forma del discurso transgresor erótico, en Cuando me asalta el recuerdo de ti. Proponemos una lectura desde la perspectiva feminista: “Cómo la escritura de Minaya reclama el espacio de la mujer en una sociedad patriarcal”.
Ligia Minaya como otras escritoras hispanoamericanas, precursoras en el discurso literario, abre una brecha en el camino para que otras mujeres plasmen las inquietudes y anhelos de un cuerpo al igual que una conciencia sexuada en el discurso por la emancipación de la mujer. La voz discursiva invita la mujer a emanciparse y reclamar el espacio que le corresponde como sujeto igual al hombre en la sociedad en que vive. La poética de Ligia Minaya, va del trastocamiento a la subversión y se manifiesta en pequeñas rupturas del canon literario, La autora de manera sutil, se revela y transgrede las normas imperantes mediante el discurso dialógico. Por otro lado mediante la escritura centrada en el erotismo y los aspectos lúdicos. La voz poética recorre un largo camino sutilmente valiéndose de un lenguaje sensual . De manera que aborda el discurso desde la sensualidad hasta los espacios más profundos de la experiencia que vive la protagonista de esta novela, descritas en su escritura transparente y sublime. Este personaje rompe con los esquemas establecidos en la sociedad respecto a los temas eróticos manejados por la voz femenina. Este proceso dialógico y reflexivo desde la conciencia del hablante ya ha sido expuesto desde la década de los años 70 por un sinnúmero de mujeres en Hispanoamérica. Se trata de mujeres que narran desde un cuerpo sexuado femenino. Lo que significa ser una mujer en la sociedad patriarcal, una mujer que ha sido silenciada por todas las épocas pero a pesar de todo se mantiene en pie reclamando su espacio. Este acto narrativo de apropiación de la palabra de la voz poética se utiliza en la escritura de mujeres para nombrar el mundo desde la subjetividad femenina.
Al hablar de sociedad patriarcal, se hace necesario definir lo que entendemos como tal. Históricamente , la estructura patriarcal ha estado basado en la idea de dominio. Unas veces se ha explicitado como dominio a la naturaleza y otras como dominio de unos seres humanos por otros, en el caso que referimos de los hombres sobre las mujeres. Una sociedad patriarcal, consiste en la visión impuesta por el hombre machista. Su base es el sexismo que se expresa cotidianamente en las relaciones entre macho y hembra siendo estas desiguales. En este vínculo el género integrado por los hombres domina al otro, el que conforman las mujeres. La vida se estructura en referencia al hombre quien tiene el poder de decisión sobre la vida, del mismo modo con que este lleva el poder de construir la sociedad, la cultura y la historia. Además de subsumir en este proceso a la mujer. A este juicio de dominio genérico de igual forma que a las estructuras y situaciones que tienen lugar en la vida cotidiana se le denomina patriarcado. Ideológicamente en el patriarcado se establece la valoración de desigualdad de la relación entre hombres y mujeres.
Así se produce con esto una desigualdad mediante la opresión del macho hacia la hembra. De manera que en la literatura la mujer comprometida con su otredad,reclama su espacio atendiendo a sus necesidades estratégicas. Para ello lo inicia, desde el discurso de la deconstrucción de la opresión patriarcal. Ella se empodera, es decir toma fuerzas y demanda, como sujeto desposeído de sus derechos. Como ser humano dependiente considerado inferior a los hombres, discriminada y excluida marginalmente de la sociedad que la ha despojado del espacio que le corresponde , en su igualdad como sujeto pensante. La mujer desarrolla formas de expresión y sabidurías necesarias para generar e incrementar su autonomía y su independencia. Entonces los sujetos femenino se convierten en seres insubordinados. De manera diferente a como la percibe el hombre, la mujer se ve generalmente a sí misma como sujeto de un proceso. Ella, cultiva la mirada desde dentro y pone en práctica el duro ejercicio de construcción de su propia identidad en un entorno social que le señala los roles con los que no se identifica. En la obra de Ligia Minaya la protagonista lucha contra esos roles en un entorno social al cual pertenece y se siente oprimida. El discurso femenino se incrementa mediante una deconstrucción y reconstrucción autónoma en la que se pretende sustituir los valores y roles impuestos por otros distintos de los dominantes. Así surge tras la rebelión una nueva mujer al recuperar su propia esencia.
Minaya construye personajes femeninos que desafían de manera gozosa y exitosa la ideología patriarcal, tratando incluso temas tabúizados, como el incesto, en sus cuentos eróticos y la infidelidad en Cuando me asalta el recuerdo de ti. La autora, se resiste ante los dispositivos simbólicos patriarcales en la familia y en la sociedad como podemos ver en su novela. Ella construye el cuerpo femenino como el espacio contestatario en la lucha por el poder para nombrarse y poner en su lugar a la mujer en ese imaginario social del que se le ha excluido.
En su escritura los temas como la infidelidad, la voz narrativa nos presenta personajes en es desafío de la búsqueda de identidad tradicional. Así ocurre con la esposa o la madre que se encuentra atrapada en la desigualdad dentro de la sociedad. La protagonista de esta novela al reflexionar sobre lo limitado de sus opciones, liga su lucha personal con problemas sociales que se dan fuera de su cuerpo.
El valor subversivo de las ficciones de Claribel Alegría, Gioconda Belli, Tatiana Lobo, Rosario Aguilar, Ana Istarú, en Hispanoamérica y en el Caribe, Rosario Ferré, Ana Lidia Vega, Olga Nolla, Mayra Santos, Carmen Brugal , Ángela Hernández entre otras, que han venido no solo a cuestionar la historia oficial sino a reemplazarla. de igual forma Ligia Minaya incorpora a las mujeres en sus textos como sujetos protagonistas en las diferentes esferas de la sociedad e intenta recuperar la voz de mujeres de diferentes grupos sociales y culturales. Introduce el erotismo como fuerza lúdica, creadora. Así, como en espacio de resistencia a la sensualidad. Entendida ésta como sensaciones, sentimientos y erotismo. Ámbito desde el cual la mujer cuestiona y redefine su identidad en un sentido positivo, que requiere, para su legitimación de una genealogía femenina de mujeres rebeldes.
Afirmamos que la obra de Minaya es importante. por lo que representa para la liberación social y la creación de una nueva imagen de la mujer. Minaya presenta en su poética, una mujer que no abriga ningún tipo de recato a la hora de expresar su deseo libidinal. Se trata de la forma en que la voz narrativa se revela a los moldes sociales tradicionales. Representa en realidad. ese sentir femenino ante unas costumbres que necesitan una urgente revisión en parte por ambos sexos, tanto hombres como mujeres.
Hay factores de tipo personal que van a dotar la obra de Ligia Minaya de una importancia especial: el primero es, su condición de mujer y el segundo, su condición de escritora. Ambos están relacionados por lo cual estos factores necesitan contribuir en conexión, con el entorno social e histórico en el que vive la escritora. En este contexto, el papel que asume el hablante le va a convertir en un personaje especial, pues el sujeto femenino, escribe con un estilo que intenta romper los esquemas de un país conservador, en el que tradicionalmente se ha impuesto una fuerte tendencia patriarcal. Como podemos ver analizando la poética de Minaya la voz discursiva no es timida, al expresar de manera natural el deseo sexual femenino. Es quizás uno de sus principales aportaciones a la transformación del orden social y la lucha por la búsqueda de una identidad para la mujer. Se libera a sí misma la mujer de esa carga de sumisión que sistemáticamente le había adjudicado la tradición patriarcal. Los sentimientos espirituales y religiosos en la escritura de Minaya se mezclan en su poética en la expresión del deseo sexual. Ella se expresa sin tapujos, esto convierte su escritura en una poética que se perfila con la expresión de una nueva experiencia, religión- erótica. Al mismo tiempo sirve para parodiar los códigos de la moral católica y dejar en evidencia la existencia de una falsa moral.
Si entendemos por identidad la cualidad o condición de ser una persona o cosa especifica, podemos definir la identidad femenina como una condición de individualidad especifica o mejor dicho esta ha quedado relegada a un segundo plano en parte debido al papel dominante que el hombre ha representado en la sociedad. Esta preocupación se manifiesta de manera continua en la escritura de Minaya.
Tradicionalmente la mujer ha desarrollado su papel a la sombra del hombre. Minaya lucha por construir para ella una identidad y una personalidad propia que la sitúa en el mismo nivel del hombre. Una identidad concebida no en términos de rivalidad, sino de igualdad como podemos percibir en su discurso en diferentes segmentos del texto estudiado.
La sugerencia y la ironía son de los múltiples rasgos presentes en la escritura de Minaya. De igual manera, la voz poética hace burla acerca de la moral convencional de los códigos comúnmente aceptados en la sociedad, así como del sistema ético moral vigente como una muestra de su carácter rebelde trasgresor. Como podemos ver en su novela.
En esta novela y en sus cuentos el lenguaje erótico, la expresión del deseo, es un motivo recurrente y central en la temática de sus obras. Resulta lógico, por tanto, que la visión de la sexualidad reflejada en sus textos, se torna diferente de la que se puede entrar en textos masculinos. En los textos de Minaya existe una tendencia a expresarse directamente sin rodeos, tanto en la manifestación del deseo, como en la explicita corporeidad del mismo. De ahí El tema del cuerpo se convierte en una constante. La preocupación por el cuerpo en sus textos se extiende tanto en el propio cuerpo, el cuerpo de la persona que articula la narración, como el cuerpo masculino, que se convierte en objeto pasivo del deseo. En un cuerpo despersonificado al que se trata de poseer o controlar.
Podemos señalar que el objeto de este trabajo ha sido el de ofrecer una lectura distinta de la obra de Ligia Minaya. Todo texto literario admite múltiples lecturas, sin embargo, este trabajo es simplemente una forma de ver la escritura de Minaya sin tratar de encuadrarla dentro de ninguna de las corrientes vigentes actualmente en el panorama literario. No obstante, esperamos que esta perspectiva de su obra contribuya de alguna manera a perfilar de forma clara el fondo, tanto estilístico como ideológico, que opera en su poética.

Doris melo mendoza
Derechos reservados. 2009

Luigi Pirandelo un escritor de tendencia existencialista. Análisis de su obra.



Luigi Pirandello nació el 28 de junio de 1867 en Villaseta de Cávusu, un suburbio de la ciudad siciliana de Girgenti. Recibió una educación básica en su propio hogar. A los doce años escribió una primera tragedia. Su infancia transcurrió entre Girgenti y Porto Empedocle a orillas del mar.
Desde 1897 enseñó literatura italiana en el Instituto Superior de Magisterio. Situaciones que escapaban de su voluntad produjeron en su vida familiar problemas catastróficos y una fuerte depresión.
Luigi Pirandello, publicó varias obras durante su vida entre las cuales se encuentran: Lésclusa, Il turno , Il Fu Mattia Pascal , I Vecchi e Gionvani , Uno , Nessuno e Centomila y otros.
Su primera novela La expulsada, se publicó en 1893 en forma de folletín. A partir de 1894 escribe numerosas novelas cortas, pero su obra narrativa se consolida con El difunto Matías Pascal (1904), Su marido (1911) y Uno, nadie, cien mil (1926).
La obra dramática de Pirandello refleja una extrema exageración de los elementos en plena disolución de un realismo en crisis y por otro lado desarrolla la ficción teatral en varios planos para romper el espacio escénico tradicional.
Con su extensa obra narrativa, ensayística y teatral, Pirandello se impone como uno de los autores más importantes del siglo XX. Su obra refleja indudablemente la profunda toma de conciencia de la crisis de valores que se había abierto en la sociedad y literatura burguesas del siglo XIX.
En su obra, Pirandello señala uno de los momentos más altos del decadentismo a nivel italiano y europeo, arrojando luz sobre la absoluta relatividad de cualquier acto y pensamiento del hombre, que ninguno de los criterios tradicionales puede ya discriminar como verdadero o falso, racional o irracional, normal o loco.
Su obra dramática desarrolla la tesis de la imposibilidad del hombre en llega a ser un yo en esencia. El presenta un hombre formado por mil facetas diferentes, que son observadas por todos los demás que están a su alrededor. De esta manera todos los personajes de Pirandello están perpetuamente condenados a una mutua incomprensión.
En Uno , nadie o ciento mil, expresó su profundo pesimismo por la condición humana a través del humor, que constituye uno de los rasgos que distinguen toda su obra narrativa
Pirandello decía que mientras el hombre vive, no se ve a sí mismo. Pero inexorablemente llega el momento en que se confronta con el espejo, y no siempre le sirve lo que ve reflejado en él.
Partiendo de esta concepción de mundo del hombre, el espejo, es un elemento importante en el cual el hombre constantemente se desdobla, se fragmenta en múltiples Yo, sin poder fijar el sentido verdadero de quien es realmente.
Con éste enfoque del hombre frente al espejo, de alguna manera intenta llamar la atención presentando un sujeto que se enfrenta así mismo minando con su resistencia, las convenciones sociales, revelando de una manera la fragilidad de los roles sociales .
Pirandello muestra en sus obras el reflejo de una sociedad neurótica y además no da esperanza de creer lo contrario al condenar ésta sociedad , de manera que esto se repite como una constante en toda su obra.
Por otro lado, en la obra Pirandello hay una intensión de mostrar a través de los individuos que pueblan sus textos, las situaciones que llevan al ser humano a vivir y sufrir sin que el sujeto pueda darse cuenta de cuales son los motivos que lo llevan a vivir sufriendo. Sin darse cuenta, que él mismo es el creador de su propio destino.
Para Pirandello el individuo es simplemente un ser en sí, que vive su vida sin reflexionar sobre su diferencia. Sin embargo, en algún momento de su existencia el individuo se da cuenta de que existe. Es a partir de descubrir ese otro, que el sujeto reflexiona y se ve a sí mismo ,como un sujeto impulsado por una libertad y capacidad creadora, frenado por una sociedad y unas normas que no van de acuerdo con la libertad de él como ente social.
El individuo trata de luchar contra esa adversidad y crear su propia voluntad, viviendo la libertad de su capacidad productora de significado de su otredad. Este se convierte en un ser para sí, en aquel individuo que reconoce que es.
El mundo de los personajes creados por Pirandello es un uno atravesado por la mentira, que se constituye en la forma como se intercambian e interactúan los individuos en las relaciones interpersonales. Se trata de un universo repleto de mentiras, de simulacros, de apariencias, y de engaños.

Doris Melo
Derechos reservados. 2009

martes, 25 de agosto de 2009

Enriquillo de manuel de Jesús Galván . novela histórica o crónica novelada





Enriquillo: novela histórica o crónica novelada.
Enriquillo es la novela del dominicano Manuel de Jesús Galván .
Un aspecto sobresaliente del romanticismo literario es la revaloración del pasado. Por ello muchos escritores, se aficionan a la novela histórica.
En Hispanoamérica, la vuelta al pasado se enfrenta con la época precolombina, con la conquista de la colonia. En las Antillas la novela que mejor ejemplifica este aspecto del romanticismo es Enriquillo. Considerada como una de las más famosas novelas históricas de la literatura hispanoamericana del siglo XIX.
Manuel de Jesús Galván es uno de los más altos talentos en la literatura dominicana ,como hombre público ocupó numerosos cargos políticos. En el género literario que sobresalió se destaca en el género epistolar, por la pureza de un estilo y por el interés que ofrecen sus cartas como expresión de la sensibilidad. Joaquín Balaguer lo reconoció cómo uno de los hombres públicos con más cultura de su tiempo.
Según la costumbre de aquella época, Galván le dio el subtítulo de Leyendas históricas dominicanas por lo que los críticos que le han estudiado lo consideran como una leyenda y otros como una novela.
José Joaquín Pérez cree que es una leyenda histórica que puede aspirar a un título mas alto. Anderson Imbert aclara que Galván le llamó leyenda como mero título romántico. Sin embargo, su prosa se parece más a los autores que leyeran los románticos Zorrilla y Bécquer, se parecería a los neoclásicos Jovellanos y Quintana.
Suárez Murria por otra parte afirma que Enriquillo es la vida de Santo Domingo en el primer tercio de XVI. La declara una novela histórica, por su sensibilidad con la que el autor presenta al héroe y por su afiliación a un género muy favorecido del romanticismo puede considerarse como romántico.
Como Concha Meléndez tan acertadamente explica, la novela abarca 1503 a 1553. Meléndez entiende, que en ésta se presentan dos núcleos de interés; el uno gira a la primera sociedad europea que existió en el nuevo mundo, la corte del Virrey Don Diego y Dña. María de Toledo. Enmarcan en el palacio erguido en la recién fundada ciudad a orillas del Ozama; revestida de episodios como los amores mismos de virreyes y doña María de Toledo .

El segundo núcleo lo forma la vida del protagonista el joven Cacique de Bahoruco Guarocuya bautizado con el nombre de Enriquillo. La esclavitud del joven cacique se convierte en lucha interior que le hace vacilar entre gratitud que debe a sus protectores y el amor que debe a su raza y la noble rebeldía que lo hace alzarse contra el odio y la tiranía buscando tan solo la libertad y la de los suyos.
Afirma García Godoy crítico dominicano, que Enriquillo se convierte en símbolo representativo que condena y eficazmente los dolores, los infortunios, las amarguras y los heroísmos de un pueblo que parecía tocado de irremediable decadencia. Además de los personajes históricos como Fray Bartolomé de las Casas, Diego Colón Diego Velásquez, Doña María de Toledo y muchas otras figuras de la conquista pasan eficazmente por las páginas de Enriquillo.
Así mismo abundan los episodios inspirados en la historia pero interpretados por Galván con acertada invención novelesca. El tema central de la novela es el alzamiento de Enriquillo Está tomado de la historia dominicana.
La historia es una de las fuentes en que el romanticismo vuelca su desbordante sentimentalismo .

Su modelo es Walter Scott, como él, ojeó las crónicas Supo Galván a la manera de Chateuabriand aunar los cuadros de la naturaleza . El héroe de Galván es un personaje histórico, el indio Guarocuya descendiente y heredero de uno de los Caciques de la comarca de Jaragua.
Anderson Imbert señala que así como lo muestra la historia, Enriquillo es un personaje de carne, hueso, y alma que se presta a la elaboración psicológica. Galván lo idealiza con sus perfiles de refinamientos que aquel posiblemente no poseyera. El valor de ésta caracterización variada en la asombrosa variedad de tipos que se dejan contemplar a lo largo del texto.
Según Manuel Cestero, crítico dominicano Enriquillo es un libro que señala las causas del fracaso de la colonización española en nuestra América y que deja advertido a nuestros pueblos.
En Enriquillo dominan dos temas centrales: el de la esclavitud india y el tema de la leyenda negra.
Doris Melo Mendoza
2009
.

Puerto Rico en la poética de Juan Ramón Jiménez




Como sabemos la llegada del poeta a San Juan, no fue de pura casualidad sino motivada por causa de la Guerra Civil española que lo obliga al exilio. Juan Ramón le llama a Puerto Rico La Isla de la simpatía y es el nombre que asumirá su espacio de colaboración en la revista Asomante de la cual hablaremos más adelante.
Puerto Rico juega un papel protagónico ya desde el inicio de sus primeras épocas. En la primera época, de 1896 a 1915, cuando aún Juan Ramón no conoce la Isla, adquiere una visión de Puerto Rico a través de su amor por una puertorriqueña que conoció en España. En la segunda de 1916 a 1936, otra mujer Zenobia hija y nieta de puertorriqueños, hará más intensa su relación mujer amor. La visión de Puerto Rico se completa en esta tercera etapa en ésta etapa hasta sus últimos escritos de 1953 a 1954. el poeta visita la Isla por primera vez en 1936 cuando a raíz de estallar la Guerra Civil. En 1951, llega por segunda vez enfermo y se establece en Puerto Rico hasta su muerte en 1958.

La primera visión del trópico y de las Antillas que aparece en la obra de Juan Ramón, está determinada por su sensación de desarraigo. La visión del campo español, símbolo de abandono y posiblemente perdido para siempre se interpondrá entre el campo puertorriqueño y los ojos del poeta. El paisaje de la Isla le parece bonito, luminoso y desprovisto de grandeza verdadera, según señala Palaos de Nemes. Juan Ramón extraña al Castillo y la casa sólida de piedra del campo español, Pero también en este viaje al exilio le han parecido frágiles las casas del campo de new york, y Francia.
El exceso de luminosidad de Puerto Rico y otros lugares del trópico donde residió como Cuba y la Florida no le agrada y le hace recordar su angustiosa vida juvenil en Andalucía.
El Juan Ramón como bien he señalado antes, llegó al trópico en 1936. Anterior a esta migración definitiva, llevaba muchos años intelectualizando la visión percibida por los sentidos. En ésta etapa de su vida incursiona en el tema de la poesía desnuda, depurando todos los excesos de sensualidad , la confrontación con las bellezas naturales del trópico con su arrebatador llamado a la parte sensual del ser. Esto le ocasiono un choque traumático ya que el trópico le parecía excesivo. Demasiada “flor, trópico, paraíso. España , mi flor”, suficiente, escribió y creó un neologismo para expresar [este sentimiento. Heilotropiquísmo. ( Diario de un poeta de recién casado.)
Juan Ramón señala, en uno de sus Heliotropiquísmos. “En las Antillas si la vida está más muerta, la muerte está más viva” hay un equilibrio y cabe la elección humana paradójicamente pero acorde a la negativa impresión de tanta luz y tanto sol. Juan Ramón se fijó en un elemento opuesto a esa luz y sol, la excesiva humedad, representada por los libros mohosos que le llevaban a firmar.


Hay que tener en cuenta que al venir Juan Ramón a América en 1936 se encuentra en un periodo de transición entre la segunda y tercera época de su producción literaria. En ese segundo periodo la idea de la muerte ha sido modificada: de morbosa preocupación pasa a ser aceptación intelectualizada por la satisfacción inmensa que el poeta encuentra en su obra.
Un elemento del paisaje antillano de Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba, que merece la especial atención del poeta son las palmeras, y de nuevo, la visión se ve afectada por el sentimiento de desarraigo. Juan Ramón no escribirá de las palmeras del trópico lo que dirán otros poetas de su época . La visión de él, es más realista, nota las palmeras que ondean, las quietas, las solas, las que se salen por sobre la fronda, las que tienen el tronco como trompas de elefante y las secas que han perdido sus ramas. Excluyendo de su visión las horas claras del día, escoge como tiempo de la descripción el crepúsculo vespertino, cuando las palmeras se abren y se cierran con gracia unas irisadas luego al relente y la luna, sobre las mujeres negras y blancas dormidas y el amanecer, cuando las ve luchando contra el oscuro poderío con su innumerables dedos de uñas agudas. Su visión es de solidez y arraigo dirá Palau de Menes por la persistencia de éste elemento del paisaje antillano y el poeta le canta al árbol desnudo de adornos.
En los años cincuenta cuando el poeta vuelve a describir a Puerto Rico lo ve como parte integrante del mar, que es un modo de universalizar la región, de integrarla a una totalidad. En unas páginas inéditas de esta época, tituladas también Isla de la simpatía, advierte que el mar le renovó siempre y que las épocas segunda y tercera de su creación poética fueron iniciadas por el mar, la del Diario de un poeta recién casado en 1916 y la de Dios deseado y deseante de 1948. Pero esta renovación tiene verdadero lugar en la tranquilidad del viaje de vuelta no de ida.

En el viaje de vuelta a Puerto Rico, una vez mejorado de su depresión nerviosa, tiene una visita armónica de ella y del mar. La visión que no tuvo en su primer viaje.
Respecto al mar el poeta en algunas ocasiones confesó que se trata de su propio estado del alma. No obstante las experiencias del poeta con el mar una veces cercano una veces distanciado y en tonos más tristes. Aún así, la belleza del Mar Caribe logra impresionarle.
En 1953 al cabo del dos años y media de residencia en la Isla Juan Ramón se ve como un habitante del mar en un barco llamado Isla de la simpatía. En otro fragmento inédito titulado Realidades puertorriqueñas , la visión de la Isla está sublimada. Puerto Rico cesto de flores con mujeres en medio de mares, Puerto rico isla de pie pequeño en le fondo del mar y ancha cadera a flor de agua. Entonces, Juan Ramón asociará Puerto Rico con los lugares de origen : Moguer, Palos porque esta lejos pero se siente que está frente a ellos. Orillas de una agua /comunicación con las orillas andaluzas. La asociación va mas allá de la geografía. En Isla de la simpatía publicada por Asomante, la Isla le va pareciendo al poeta como un amable regazo femenino, madre y mujer en medio del mar y dice […] que duda cabe de que esta es una tierra femenina/ la única comunicación directa que tenemos los hombres con nuestra nebulosa matriz, es por el regazo y el seno femininos nacimientos y alimento y al fin tan bien muerte otro regazo para los que hablamos español.
La relación Puerto Rico Andalucía predomina en la visión juanramoniana a través de otros motivos, el de la raza y el de luz. Al llegar a Puerto Rico noto sobre la variedad del tipo humano pero nunca utilizo la palabra mestizo.
El Puerto Rico que Juan Ramón describe a su regreso a la Isla como residente permanente de ella es el espacio habitado. Sí, porque en su primer viaje tuvo una impresión baja ,seca, fea, fatal de las antillas, como el mismo lo confiesa en 1953 bajo el titulo Isla de la simpatía. En ciudades bajas y de gracia moradera como San Juan Puerto Rico el contenido se impone al continente. Le parece que en Puerto Rico lo más importante, lo que llena todo es la gente, la mujer, el Niño, el hombre también. Se siente resguardado por la calidad humana de la isla.
Por otro lado critica los colorines, critica los diseños de la ropa del puertorriqueño, la ropa interior los calcetines, las corbatas . La asociación de la mujer y la luz es parte del concepto de la poesía desnuda.
El pintorenquismo no existe en su visión sobre Puerto Rico. El espacio que describe es esencial y luminoso, en armonía con sus habitantes. Juan Ramón exartará la luz de Puerto Rico hasta el final de sus días. Primero en la visión de la mujer y el niño contra la luz. Después en las páginas inéditas de Isla de la simpatía, en la que celebra la luz de la sombra, en la naturaleza y la casa, y en los poemas de su libro Ríos que se van . lo último que escribió elegía a su Zenobia , ya enferma de muerte. A esta luz del día le llama oro hecho sombra y la iguala con el color de Zenobia que en el verso transforma en el color de su alma que sale en oro por los ojos de ella.
Por otro lado Juan Ramón antes, en un proceso tramutador como el descrito, los colores de los cuerpos, los vestidos de la mujer y el niño puertorriqueño se funden con la luz y a esa luz le llama Luz completa, plena absoluta de colores y reflejos indecibles.
En la luz Juan Ramón ve la humanidad puertorriqueña en su sitio. Mientras otros poetas del trópico resaltan los aspectos sensuales de la mujer, Juan Ramón la describe del cuello para arriba, celebrando su gesto y su mirada .
La admiración de Juan Ramón por los niños puertorriqueños está expresada en el prologo que escribió en 1936 para Verso y prosa para niños, la antología de la serie del Departamento de Educación. Su cariño e interés por los niños es legendario Ya en Madrid demostró antes su amor por los niños recogiendo una niña limosnera y llevándola a vivir con él. Inmortalizó retratos líricos de los niños pobres de Moguer.
El niño de Puerto Rico representaba para Juan Ramón Jiménez lo que admiraba en el niño universal: la trascendencia de su sentir, pensar y hablar. El niño para él, era síntesis de todos los puertorriqueños, de todas las edades, por reunir tantas razas , colores y matices del cuerpo y alma repetidos por los años.

El niño puertorriqueño quedo exaltado en el retrato lírico titulado . El poetastro, que aparece como la tercera parte del Diario Poético. De 1937 -1939, titulada Mano amiga, y publicado en la revista Universidad de la Habana, en 1941. Este retrato o caricatura lírica es del tipo de los reunidos en: Españoles de tres mundos, aunque sin la complejidad sintáctica pero contiene los cuatro aspectos que señala María Salgado en su estudio de ésta caricatura.
Gran parte de lo que escribió Juan Ramón en la revista estudiantil Universidad en los años cincuenta tiene que ver con los niños, con su deseo de que se cultiven estéticamente. Celebra el talento de algunos niños puertorriqueños que escriben poemas y cuentos, o que dibujan. Aparte de las cuatro grandes temas de la obra de creación sobre Puerto Rico: la mujer, el niño, la luz y el mar, en la obra juanramoniana publicada en las páginas literarias de la revista Universidad, de Puerto Rico, se encuentran comentarios críticos referentes a sucesos de la sociedad puertorriqueña. Juan Ramón, se ocupaba de la publicación de esas páginas literarias y se valía de ellas para estimular las inclinaciones artísticas de los estudiantes para celebrar a escritores reconocidos o divulgar páginas de la literatura española o universal de significación.

Al iniciar su vida con Zenobia en Puerto Rico Juan Ramón encuentra en el ambiente universitario de la Universidad de Puerto Rico sosiego, estimulo y ánimo para continuar con su trabajo. Juan Ramón, renombra la Isla como hemos dicho antes como la Isla de la simpatía . Sale de su enclaustramiento de su cuarto forrado de corcho, de su mundo intimo a impartir cátedras sobre el modernismo en estas aulas de Estudios Hispánicos. Continua revisando su obra y dictando conferencias desde el mismo teatro de la Universidad. Dona su biblioteca y sus trabajos inéditos a la Universidad de Puerto Rico colaboró en ella brindando apoyo y recibiendo intelectuales que solían buscarlo para consultas sobre sus trabajo. Descubre y guía la vocación poética en muchos de los estudiantes universitarios.

En 1956 la Universidad de Maryland propone para el Premio Nobel de Literatura de ese año. Solicita y obtiene el respaldo de otras instituciones universitarias entre ellas la Universidad de Puerto Rico. Mientras la enfermedad de Zenobia avanza y en octubre de 1956 es preciso recluirla en estado de suma gravedad. Como ya sabemos a Juan Ramón se le anticipa sobre el Premio Nóbel y éste a su vez tuvo la oportunidad de participarlo a su esposa en el lecho de muerte.
A principios de abril de 1955 se crea la Sala Juan Ramón Jiménez en la biblioteca general del recinto de la Universidad en Río Piedras. Zenobia aunque gravemente enferma fue quien se le ocurrió la idea del proyecto de la sala. Juan Ramón estaba enfermo en el hospital y Zenobia desesperada se desvivía por tratar de mejorar su condición.
Zenobia fue a ver al Rector Jaime Benítez para pedirle un rincón donde colocar los libros de Juan Ramón. el cual quería regalar agradecido a la Universidad de Puerto Rico. La idea fue muy bien recibida por Jaime Benítez quien habló con un bibliotecario para que le cedieran un sitio adecuado en la biblioteca . Así, poco a poco Zenobia en su crisis de enfermedad dedicó unas horas cada día a la organización de la sala.
Con los libros había traído objetos de la familia, cuadros de pintores que eran propiedad del poeta y un cuadro pintado por Sorolla. El Rector Jaime Benítez, mando construir una reproducción de los muebles que tenía el poeta en su casa de Madrid y un sillón en el cual se sentaba Juan Ramón para compartir con los niños y aquellos que acudían a la sala a conversar con el. Allí se daban cita todos los días dos o tres horas y se él poeta se sentía muy a gusto entre sus cosas personales.
Zenobia murió el 28 de octubre de 1956,, en el Hospital Miniya, tres días después de conocer la noticia de la concepción del Premio Nóbel a Juan Ramón. El 17 de septiembre de 1957 Juan Ramón volvió de nuevo a la Sala y el 3 de octubre le entrego a la universidad los últimos papeles y libros que quedaban en su casa. Desde entonces visitó la sala dos o tres veces por semana. Durante un tiempo firmó las hojas de edición de lujo de Platero y yo que unas amigas de Zenobia preparaban para honrar su memoria. Autografió los libros que le llevaban recibió visitas de amigos. Murió el 29 de mayo de 1958

La era de Trujillo





Rafael Leónidas Trujillo, se instaló en el poder en 1930. El ascenso de Trujillo al gobierno le dio seguridad y fortaleza al futuro dictador del país. La población en ese momento estaba totalmente desarmada y no habían grupos que fueran capaces de hacerle frente.
Trujillo había aprendido de su experiencia en la policía, que había sido creada en el país unos años antes por los Estados Unidos, en donde él había recibido adiestramiento. No tardó en demostrar que tenía la capacidad para manejar los métodos de control necesarios durante la ocupación de los norteamericanos en el país, para luchar contra los entonces llamados “gavilleros” y reprimir cualquier tipo de oposición a su gobierno.
Trujillo utilizó el ejército que había creado con astucia y dirección para imponer su dominio por medio de la violencia cuando considerara fuera necesaria. Ejerció los mecanismos de control con la intención de sentar precedentes de lo que le esperaba a cualquiera que no estuviera de acuerdo con su régimen político y su gobierno. Utilizó toda clase de violencia, sin excluir la tortura y el asesinato para mantener el control.
Ya para el 1931, un año después de haber tomado posesión del gobierno, se había convertirse en el hombre más rico del país, antes de completar el primer cuatrenio de su gobierno. Para lograr esta posición se valió de todos los subterfugios posibles. Creó una ley que prohibía la producción de salinas marítimas. Con esto obligaba a la población en general a consumir la sal de las minas de Barahona cuya producción él controlaba y el dinero obtenido de estas ventas iban a engrosar su propia fortuna.
Otra fuente de enriquecimiento que utilizó el tirano fue la creación de un banco manejado por su esposa María Martínez en donde los empleados públicos tenían que cambiar sus cheques pagando un porciento por el cambio. Véase Frank Moya 514). Con este dinero Trujillo compró acciones en varias empresas del país, y gracias a esta maniobra terminó arrebatándoles a sus dueños las empresas más rentables.
De otra parte cabe decir que Trujillo utilizó el poder para enriquecerse aún más y favorecer a los miembros de su familia y a sus amigos. Se propuso desarrollar la riqueza nacional con el propósito de incrementar la suya propia por medio de los beneficios que obtuviera la nación. Continuó una política agrícola iniciada ya en el gobierno anterior.

En 1958-1960 la tiranía acoge a los grandes dictadores derrocados por convulsiones políticas que demandan cambios en América Latina. Juan Domingo Perón, Gerardo Machado, Fulgencio Batista y Rojas Pinilla se exilaron en la República Dominicana. A pesar de las numerosas conspiraciones y las invasiones que se organizaron en su contra en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Trujillo logró mantenerse en el poder desde 1930 a 1961.
De las invasiones realizadas por los exiliados dominicanos, la del 14 de junio de 1959 procedente de Cuba, fue la que sacudió la conciencia de sectores jóvenes y profesionales. Aunque la invasión fracasó, estimuló las actividades conspirativas que llevaron a la formación de un movimiento clandestino que luego se llamó “14 de junio”. A pesar del fracaso de este intento, ello creó problemas insolubles al régimen trujillista. Muchos dominicanos creyeron que podrían encontrar apoyo en el gobierno cubano dirigido por Fidel Castro y se dispusieron a conspirar. Esta conspiración se extendió ampliamente, pero en el 1960 se descubrió y las cárceles del país se llenaron de centenares de presos. A la par con esto, el régimen trujillista en esta época continuaba poniendo en práctica sus viejos métodos de terror. Vigilaba y acosaba a los ciudadanos, de forma continua, torturando tanto a los presos políticos como a los opositores a su gobierno.
Danilo de los Santos, historiador dominicano, señala, que la negativa del clero a darle a Trujillo el título de Benefactor de la Iglesia, trajo como resultado la represión de la población y decenas de crímenes por todo el país. A partir de ese momento Trujillo le declara una guerra sangrienta y psicológica a la Iglesia católica dominicana.(366) No obstante estos atropellos, la Iglesia denunció las atrocidades y los actos de violencia, desde el púlpito, clamando justicia y pidiéndole al gobierno que respetara los derechos humanos.
Trujillo se había expresado numerosas veces durante su largo periodo como jefe del Estado y personalidad dominante en la política dominicana como firmemente convencido de la influencia benéfica de la Iglesia. Sin embargo una serie de incidentes vinieron a enturbiar esta aparente armonía. En los primeros meses del 1960, hubo un número considerable de arrestos en el país. Los seis obispos de la República dirigieron una carta pastoral que exigía el respeto por los derechos, la inmunidad del hogar de violaciones arbitrarias; libertad de reunión y de derecho para emigrar. Se desató una campaña llevada a cabo para conseguir para el entonces presidente dominicano el título de Benefactor de la Iglesia Católica, tentativa resistida por el episcopado.
Durante el 1960 las relaciones entre Iglesia y Estado había ido enconándose, hasta el punto de que la primera se hallaba bajo ataque permanente por parte de la prensa y las emisoras de radio del Estado. En el 1961, monseñor Reilly mandó leer en su Catedral una comunicación en que acusó al régimen de una larga serie de violaciones de los derechos humanos, acompañados de acatos de intimidación y de persecución.
La situación social y política en la República Dominicana en estos treinta años se agravó tanto que llegó a sembrar el pánico en todos los que vivían bajo el régimen. Esta situación se debió a las intrigas y control ejercido por la vigilancia constante de parte del gobierno dominicano. Todos los crímenes que se cometieron incluyendo aquellos en contra de los miembros de la Iglesia lograron desacreditar a Trujillo en otros foros internacionales.
Un grupo de hombres dominicanos que incluía representantes de las autoridades del país además algunos miembros del ejército, consideraron asesinar a Trujillo. El 30 de mayo de 1961, este grupo de hombres esperó al dictador en las afueras de la capital de Santo Domingo cuando éste se disponía a visitar una de sus amantes en la Hacienda Fundación. Los participantes del atentado en contra de Trujillo en su gran mayoría eran miembros de la burguesía y la clase media dominicana. Algunos de ellos formaban parte del gabinete de Trujillo y disfrutaban de su generosidad y confianza. Sin embargo, los crímenes y sucesos que la dictadura de Trujillo llevó a cabo durante esos años no eran bien vistos por sus colaboradores. Estos no podían emitir ningún juicio al respecto ya que temían que les pudiera costar la vida.
Finalmente Trujillo fue asesinado en las inmediaciones de la Avenida George Washington, lugar donde éste fue interceptado por un carro que le impedía el paso y logró detenerlo. Le balearon al igual que su chofer quien se había arrastrado en medio de la noche entre los matorrales. La noticia de la muerte de Trujillo causó temor a la mayoría de los dominicanos que habían sufrido treinta años de dictadura. La incertidumbre y el terror se debía a las consecuencias que esperaban en respuesta al crimen por parte de los familiares de Trujillo y sus amigos más cercanos.

La noticia de la muerte de Trujillo se informó en los periódicos locales a primera hora de la mañana. También se expusieron las fotos de cada uno de los miembros del complot que habían participado en el atentado. Fueron denunciados por uno de los participantes a quien torturaron y obligaron a confesar los nombres de los implicados en el asesinato.

Doris Melo
Derechos reservados.

lunes, 24 de agosto de 2009

Analisis formal y de la estructura de La balada de Alfonsina Bairán de Andrés L. Mateo





La literatura dominicana que se escribe en las últimas dos décadas del siglo XX, particularmente la narrativa manifiesta una constante preocupación social, política e histórica. Muchos de los escritores dominicanos contemporáneos elaboran su discurso tomando como punto de partida los treinta y un años de la dictadura.
Las décadas de los años sesenta y setenta constituyen un periodo de ruptura ideológico con el sistema de la dictadura trujillista. Es a partir de ese momento que los intelectuales dominicanos particularmente la generación de 1965, conocida como la llamada generación de postguerra, intentan construir en el país un nuevo orden mental y literario.
Entre los escritores que corresponden a esta generación se destaca: Andrés L. Mateo, Carlos Esteban Deive, Pedro Peix, Marcio Veloz Maggiolo, Pedro Vergés y otros. Del corpus de escritores que corresponden a esta generación, intereso estudiar la novela de Andrés L. Mateo, La Balada de Alfonsina Bairán.
Considero que La balada de Alfonsina Bairán, es una novela que permite formular diferentes lecturas. Esta, es una de las razones por la cual retomé el tema antes estudiado en mi tesis de maestría. Por otra parte admiro y considero al escritor Andrés L. Mateo como uno de los intelectuales que más han aportado a la cultura dominicana en el siglo XX. En sus obras, plantea la problemática social y política dominicana, denuncia la realidad histórica de los años de la dictadura y en otras de sus novelas denuncia los doce años de represión gubernamental del gobierno de Joaquín Balaguer.
Nuestro estudio sobre La balada de Alfonsina Bairán será, tomando como punto de partida para el análisis textual; el estudio del narrador, su función y forma dentro del relato con otros recursos textuales que le permitan al autor implícito de la obra dirigir la lectura. La elocución, focalización y algunos elementos narrativos que consideremos pertinentes y se observen en la novela.
utilizaremos como referencia algunas obras que analizan el texto narrativo, como los son: de Mieke Bal, (1987), Teoría de la narrativa (Una introducción a la narratología), Antonio Garrido, (1993), El texto narrativo, María del Carmen Bobes Naves(1993), La novela, Genette G.(1972) Figuras III. Por otro lado emplearemos algunos de los conceptos estudiados por Mijaíl Batín (1989), en Teoría y estética de la novela.
Andrés L. Mateo nació en Santo Domingo (1946). Es Licenciado en letras por la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Estudió filología en la Habana donde obtuvo el título de Doctor en Ciencias Filológicas. Es poeta, crítico, novelista, ensayista y educador. Dirigió durante un tiempo el suplemento literario Aquí del periódico La Noticia. También es catedrático de literatura y lingüística en varias universidades en la ciudad de Santo Domingo. En 1981 obtuvo el Premio Nacional de novela otorgado por la Secretaria de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos con La otra Penélope. En 1991, recibió el Premio Nacional de Ensayo con Mito y Cultura en la era de Trujillo.
Mateo se inserta en la narrativa de los años sesenta, una generación de jóvenes intelectuales dominicanos conocida con el nombre de “generación de la joven poesía dominicana.” Luego de varios años fuera de Santo Domingo en el exilio, regresó al país y se integró a los grupos culturales de los escritores de los años ochenta, iniciando una nueva trayectoria literaria inclinada hacia una estética de carácter más universal. Es a partir de entonces que comienza a escribir novela y ensayo.
Ha publicado novelas y ensayos entre las cuales se encuentran: Pisar los dedos de Dios (1972, Manifiestos literarios de la República Dominicana, Poetas de Postguerra (1979), La otra Penélope (1979), La balada de Alfonsina Bairán (1985), Mito y Cultura en la Era de Trujillo (1994, Al filo de la dominicanidad (1996, Poesía I (1996), Palabras perdidas (2000) entre otros.

Andrés L. Mateo es un intelectual comprometido con la causa nacional democrática. Es decir, se mantiene en una lucha por defender los derechos constitucionales del pueblo, en un reto con las condiciones políticas adversas que aún afectan al país. Su obra en general es una comprometida y constituye un intento de crear conciencia, a las nuevas generaciones que componen la sociedad dominicana.
Mateo pertenece a la generación conocida como los escritores de Post-guerra. Estos fueron los escritores que se comprometieron con la juventud de su época en lo que se llamó Poesía Sorprendida, su poesía está centrada en la búsqueda de una estética universal. Esta se encuentra relacionada a la estética de los llamados poetas culturalistas de los años cuarenta influidos por la poesía de Cesar Vallejo. Los jóvenes poetas dominicanos de la generación del sesenta, se identificaron con los ideales de Vallejo. Entre sus inquietudes adoptaron las tendencias marxistas de su obra y los temas centrados en la existencia del hombre, la injusticia social y la angustia. Al igual que los poetas del cuarenta, Mateo en los sesenta, asume un compromiso social en su trabajo literario. Su poesía, sus novelas y sus ensayos reflejan, en términos literarios, un compromiso nacional.
Andrés L. Mateo ha sido considerado por la crítica dominicana como uno de los escritores comprometidos de su generación. Miguel Ángel Fornerín en su ensayo “Muestra dominicana,” (1997) ubica la obra de Mateo en la narrativa de transito de lo rural a lo urbano. Señala que Mateo es uno de los escritores que refleja la búsqueda de una estética universalista más cercana a los poetas culturalistas de los años cuarenta. Entre ellos destacan José Mármol, Plinio Chaín y Cesar Zapata, escritores de la poesía sorprendida.
Fornerín, en su trabajo “Otra visión del burdel en La balada de Alfonsina Bairán,” incluido en su libro Santo Domingo y Puerto Rico también son, refiriéndose a la narrativa de Andrés L. Mateo señala que el autor escribe la misma en el espacio de la Era de Trujillo retomando a su vez un momento de mucho significado y valor en la historia contemporánea. Por otro lado señala que en La balada de Alfonsina Mateo nos introduce al mundo de los inmigrantes españoles del 1936 y su consecuente deportación, un hecho histórico de mucha repercusión dentro de la historia dominicana.
Fornerín señala además que La balada de Alfonsina Bairán, es una novela en la que se mezcla una escritura que denomina neobarroca de estirpe poética con ideas existencialistas propia de autores filósofos como Sartre y Camus. Apunta en su ensayo que el burdel en esta obra es una metáfora del país. A su vez refiere que el burdel es una tragicomedia absurda. (109)
Por otro lado Giovanni Di Pietro, en un ensayo sobre las novelas de Andrés L. Mateo destaca el estilo lírico y simbólico de La balada de Alfonsina Bairán. Considera que los personajes de sus tres novelas enfrentan una misma realidad política de su tiempo, un mismo pasado anterior y posterior al tirano.
El narrador en esta novela, es un narrador testigo de una época de valor en la história dominicana contemporánea: el final de la era de Trujillo. En ella, el narrador es un estudiante de derecho que es testigo de los hechos que ocurren en la República Dominicana.
La balada de Alfonsina Bairán trata de una mujer misteriosa que pertenece a un sector de la sociedad en la parte oriental de la ciudad, en la capital de Santo Domingo. El narrador nos cuenta, algunos eventos pocos significativos de la infancia de Alfonsina sin entrar en muchos detalles. El hablante que funge como estudiante derecho y este, no inteviene en los mundos de los personajes, apenas se limita a testimonial algo que parecen ser parte de los escritos en el diario de Alfonsina. Detalles de su vida como donde vivía, sus amigas las turquitas de la Mella, y como conoció al que luego se convirtió en su esposo. Notamos que este segmento de la historia el autor implícito parece no tener interés en darle voz a los personajes. Es una etapa que el narrador usará como parámetro para contrastar con la Alfonsina frustrada, sufrida y silenciosa del Bar La Turca.
….Entretanto, vemos en el transcurrir de la narración que el estudiante que narra nos entera de su disgusto con lo que sucede en el país y su impotencia ante todo lo que no puede cambiar. El pertenece a un grupo clandestino subversivo que lucha en contra del régimen dictatorial. Se le encomienda que reparta panfletos entre los ciudadanos y los introduzca por debajo de las puertas. Además del discurso denunciatorio de la iglesia y su oposición al tirano en boca del sacerdote Luís. Sucesos que en realidad ocurrieron en la historia dominicana. El autor implícito se vale del padre Luís para denunciar los conflictos que en 1961 tenía la Iglesia Católica con el Estado. Esta situación de conflictos con la iglesia produjo un ataque silencioso del dictador. Así vemos como en la novela se denuncian estos atropellos; muerte de un seminarista desaparecido y torturado y luego el apresamiento del padre Luis por los esbirros de la dictadura frente a su iglesia.

Estos sucesos que ocurren en el país y que son una constante a lo largo del texto, son denunciados por un estudiante de derecho, que podría ser el propio autor vinculado en esa rebeldía en su juventud, testimonios de su época. Mateo plantea, denuncia y nos pone en contacto con un personaje, que puede ser cualquier sujeto que estuviera vinculado directamente con la dictadura decadente pero vigente de Rafael Leónidas Trujillo, y con lo que sucede en el país en ese año del 1961 Conjuntamente se retrotrae a épocas anteriores.
Denuncia estos hechos los envuelve políticamente como dejando ver a través de las palabras, los vasos comunicantes que al tejerse en el desarrollo del texto, nos llevarán a entender todo un cúmulo de eventos que suceden en la trama.
De pronto vemos que Alfonsina se ha quedado viuda. El narrador se detiene en un tiempo y deja pasar un año como si desconociera lo que ocurrió durante ese tiempo en la vida del personaje. De manera que no sabemos que ha ocurrido y tampoco él narrador nos demuestra asombro con la visión de sorpresa ante la actitud de Alfonsina. Luego de un periodo de casi un año nadie la ha visto salir de la casa en todo ese tiempo ni recibir visitas.
Alfonsina mantenía distancia entre sus vecinos luego de la muerte de su esposo. Tal parece que no quería arrojar ningún comentario, que la perjudicara luego y le echara a perder los planes que ella se había trazado para vengarse luego, de la dictadura. El narrador destaca ese momento cuando ella sale, y se enfrenta a ese mundo del cual estuvo apartada mucho tiempo. Tras contarnos detalles de los arreglos que Alfonsina le hizo a la casa: El narrador nos cuenta que Alfonsina, llevó hombres a la casa y tumbó puertas y paredes y luego entraron muebles, mesas, sillas. En fin, todo lo necesario para un bar.
Alfonsina, la mujer simple, sencilla, ingenua, seria. La Alfonsina que jugaba con los perros en su infancia, inocente. La que todos respetaban por ser una señora en el barrio de repente parecía haber dejado de serlo, para convertirse en una vendedora de placeres, Convirtió la casa heredada de su padre en un prostíbulo al que bautizó con el nombre de Bar La Turca
Alfonsina, vivía con dos prostitutas y sus tres perros, los cuales paseaba los martes. Sus paseos tenían un mismo rumbo y conducían a un mismo lugar, el centro de la ciudad colonial. Ella se vestía elegantemente, con sus collares de perlas y sus trajes de lino, muy distinguida, con un moño en la nuca, y su bastón terminado en un puño de plata en el que se perfilaban paradójicamente las caras de unos ángeles. Toda el paseo consistía en unas vueltas alrededor de la glorieta del parque, en compañía de los perros. Allí, se sentaba en un banco a recordar a su esposo y alimentar su resentimiento para tener el valor de seguir con los planes que había forjado.
La apertura de ese prostíbulo trajo como consecuencia protestas de la iglesia y los vecinos del lugar quienes se negaban al escandalo y la clase de negocio en un barrio humilde pero de gente decente. Un prostíbulo en una vecindad de personas religiosas. No obstante Alfonsina se había convertido en una mujer transgresora y se salió con la suya. Ella recibía en el Bar La Turca, a personas importantes del gobierno, miembros del régimen que en ese momento paradójicamente le dieron protección.
Por otro lado, en La balada de Alfonsina Bairán se dan cita diferentes historias conectadas entre sí. Por un lado el estudiante de derecho quien funge como narrador testigo que denuncia las atrocidades del régimen y el miedo de la gente ante la represión gubernamental, los temibles calies. En fin, todo lo que ocurre en el país para esa época decadente en que Trujillo había caído en descredito frente al mundo y hasta la iglesia conspiraba contra el tirano desde el púlpito.
El narrador describe los últimos meses de la dictadura como una crónica histórica. En un lenguaje expresivo a veces poético detalla como vivía la gente en el país durante esos meses previo a la muerte del tirano. El miedo y el terror los representa con un realismo casi fotográfico. Se pueden apreciar en la descripción de los rostros temerosos y en las palabras, en las voces de los que componen el conglomerado social que se proyectan en la novela.
La desaparición de miembros de la iglesia por parte de la dictadura, la llegada de los españoles en el 1940 y su expulsión cuatro años más tarde. Son algunos de los hechos históricos que el autor implícito le interesa destacar.
Por otro lado se describen los momentos en los que se desata la noticia que mataron al dictador, con sus consecuencias. El pueblo se vuelve en rebeldía y clamaba venganza contra aquellos que apoyaban la dictadura y confraternizaban con ellos. Entre ellos figuraban el Bar La Turca con su propietaria que en esa última etapa de su vida se había casado con un esbirro de la dictadura. Finalmente las turbas como fieras, con antorchas en manos bajaban furiosas desde la parte alta de la ciudad. Alfonsina esperaba que todo esto ocurriera sentada en su casa, mientras se prepara para la culminación de su venganza. Los perros habían desollado vivo al señor Matías, le habían sacado las tripas, los ojos. Su venganza era esa, atraerlo hacía ella, ganar su confianza y vengar la muerte de su esposo. Por otro lado cumplida su misión, Alfonsina no le importa nada, no le interesaba rescatar sus recuerdos, cuando las turbas destruyeran el burdel y le pegaran fuego.
El narrador nos cuenta como logró entrar en el Bar entre las llamas para rescatar las personas dentro del burdel y no encontró a nadie allí, solo un diario en el que Alfonsina cuenta parte de su historia. No se supo de la desaparición de Alfonsina, si murió en el incendio o si se suicido una vez completada su venganza contra el hombre que mato su esposo.
Señala Genette G. en su libro Figuras II, (1972) refiriéndose a la focalización que, estos son los juegos en que se combinan diferentes perspectivas y revelan la presencia muy activa de un narrador que en el caso concreto, se somete a las descripciones propias de la focalización. (241-244). Así vemos como el narrador en La balada de Alfonsina Bairán es quien inicia la presentación de los personajes. En este, combina diferentes perspectivas y logra presentarlas desde diferentes ángulos como veremos a lo largo de este trabajo.
El relato da inicio con un hablante que se focaliza distanciado, un narrador omnisciente. El narrador funge con una voz de cronista, una voz a veces lírica poética, la cual nos introduce en el mundo de Santo Domingo a la llegada de los inmigrantes 1936 y concluye con el final de la dictadura, también representada alegóricamente con el fuego que consume el prostíbulo de Alfonsina en mayo de 1961.
El narrador omnisciente parece conocer los pensamientos de Alberto Cuadra, se sitúa en la conciencia del personaje, traspone su propio discurso lo que pasa en y por su propio interior. Parece distanciado, pero sabemos que todo lo que dice el españolito que llega a Santo Domingo en el 1938, es conocido por el narrador.
Alberto Cuadra viene a probar fortuna, pensaría cualquiera que viera llegar a un español a la República para ese tiempo, sin embargo por lo cuenta el narrador vemos que la razón de su llegada a la isla no es probar fortuna. Según podemos comprobar más tarde por el hilo conductor del relato. Parece ser por los pensamientos políticos del personaje, que éste venía derrotado de su país. Alberto Cuadra, se vio obligado a salir de su patria, por no compartir con las ideas del régimen franquista. Esto lo veremos mas tarde, pues aunque llegó dos años antes que los españoles deportados cuando Francisco Franco ganó el poder y despatrió a los enemigos de su régimen.
Es posteriormente en el 1940 cuando Trujillo en un “acto de solidaridad y humanismo,“ le abre las puertas a esos ciudadanos españoles y los recibe. Los ideales de Alberto Cuadra coinciden con las ideas marxistas de esa generación de españoles que llega a la isla y con quien se afilia y se reúne a conspirar desde la isla contra la dictadura de Franco.
Como podemos ver, Alberto Cuadra, es un elemento importante porque a través de el se teje el hilo conductor de los sucesos que se cuentan en la novela.
El narrador maneja el tiempo a su acomodo, así vemos como en el personaje de Alberto Cuadra, se vaticinan los acontecimientos aun no ocurridos, como si el personajes adivinara su futuro: ”el sol de mayo le nivelo su destino, la mañana en el dársena del río Ozama. ”
El río Ozama se convierte en uno de los vasos comunicantes, que nos llevarán a conectar con las denuncias que hace más tarde el narrador, sobre los crímenes de la Era de Trujillo. El río, es un fiel testigo de las injusticias de la dictadura y se convierte en un elemento recurrente, en una metáfora cómplice de las injusticias que allí se cometieron y que el autor implícito intertextualiza en La balada de Alfonsina Bairán.

De otra parte vemos que en esta novela, dialogan dos mundos; el mundo de la dictadura y el de el Bar La Turca. Se trata de, el submundo construido por el autor implícito dentro del mundo corrompido y decadente de la dictadura de Trujillo. Ambos mundos corren paralelos y se comunican entre si . El mundo de El Bar la Turca se nutre de el mundo de la dictadura. Es un mundo grotesco y transgresor como el régimen de la dictadura. Los dos mundos son parodiados y degradados por las voces que conforman un discurso polifónico. Voces que se mezclan para denunciar como vemos desde el principio .

María del Carmen Bobes, en su libro La novela (1993), señala que la novela se caracteriza porque integra en un discurso textual un discurso de varios personajes cada uno de los cuales expone su forma de ver las cosas y el mundo en general (53). Así vemos como el narrador, al introducirnos en el personaje de Don Paco Cuadra nos comenta y nos expresa la forma en que este ve el mundo de la dictadura y el personaje mantiene una política con la cual evita encontrarse en problemas con el gobierno. Un comentario que solía expresar hacer sobre el país era el siguiente: “[...] a veces uno necesita creer en señales para sobrevivir en esta maldita tierra de bandidos, como repetía escurriéndose. “(11)
Luego vemos cuando Don Paco Cuadra, le advierte a su sobrino antes que nada discreción:
“Aquí el día se va rápido cuando uno se quiere acordar ya es de noche y no queda tiempo para pensar pendejadas. Y le advierto que cuanto ocurra a su alrededor no le concierne.”(10)

El narrador omnisciente se convina con otro tipo de narrador, uno que es también un personaje, que se convierte en testigo de los hechos que suceden en el espacio narrado. Se trata como ya hemos dicho antes de un estudiante de derecho, quien narra a manera de crónica el diario de Alfonsina. Este, fue rescatado por él de las llamas del fuego. Todo sucedió, la noche en que las turbas incendiaron el prostíbulo en actitud de represalia contra la matrona. El estudiante, de quien nunca sabemos el nombre, pretende reconstruir la historia de esta misteriosa mujer y nos cuenta su historia. Una historia, dentro de la historia en que la que él le había conocido. Como vemos el autor implícito está haciendo uso de las técnicas narrativas del boom, la técnica de la caja china.
La focalización del narrador sobre la figura del dictador, quien es un actante que no tiene voz en la novela. El narrador se focaliza en el escenario en el que la figura de Trujillo es el punto central. En primer lugar detiene el tiempo en esta escena para resaltar el poderío y la personalidad del déspota tirano.
La voz discursiva satiriza y ridiculiza la figura de Trujillo. Emplea un tono irónico para referirse a los momentos en que éste, participaba de una de las fiestas de independencia, que celebrara en el malecón de la ciudad capital.
“Tenía un bicornio como ramas doradas, lentes oscuros y uniforme blanco. En la pechera del uniforme revoloteaban los rayos del sol como un estallido de luz, de las medallas y condecoraciones que despedían y mágicamente volvían a la multitud. Una pequeña daga dorada simbolizaba, sin duda un retoque de marcialidad. Lo mire y me pareció que había estado allí una eternidad, su imagen rodada por los postes eléctricos, por las palmas y los cocoteros, por el olor del salitre […] levantando las manos para saludar, moviendo durante unas eternidades los flequillos dorados de sus hombreras donde mariposeaban redondeles de luz; con su tez rosada porque le habían maquillado para separarlo de los demás mortales. Trujillo nos retrotraía a Roma.

El autor implícito de esta novela, crea un mundo paralelo al mundo de la dictadura. Ese mundo es una parodia del gobierno de Trujillo. Allí domina la matrona Alfonsina, con su estirpe de reina en su trono, su bastón de ángeles. Subida siempre en lo alto de una tarima iluminada y su figura refractada en el espejo para contemplar y dominar desde allí, desde su trono como lo hacia Trujillo desde su parco. Todo se rebaja en el Bar La Turca, los valores morales, el envilecimiento de las mujeres que se venden con una flor en la cabeza, la degradación .
Ella, la matrona, se recrea en mirar y controlar cada detalle a la entrada y salida de las putas. Se rodeo de muchachas bonitas dispuestas a vender su carne. Así El narrador nos cuenta sobre Alfonsina: “demostró condiciones de matrona puntual, rígida y complaciente.” (42)
Alfonsina es una mujer misteriosa que desafía a su manera, el poder central. El narrador nos entera de que vive con sus dos perros en una habitación en el fondo del pasillo del bar y los entrena con un maniquí. La describe desde la distancia y se observa a través de los espejos sentada donde parece controlar ese mundo, el mundo al revés que allí se vive en contraposición al de la dictadura.
Alfonsina irónicamente de alguna manera es una aliada al régimen quien le arrebató de sus brazos a su esposo. Sin embargo esto es solo una máscara que ella utiliza para atraer las personas enemigas y luego vengarse. Esta teje un plan secretamente para de esta manera redimir a su esposo. Se casa con el asesino de Alberto Cuadra, el señor Matías, en quien luego vengará la muerte de su esposo.
El burdel, en La balada de Alfonsina Bairan es, un mundo en el que permea la soledad, el silencio, y la nostalgia, en donde solo tiene cabida el sexo, la carne y los sujetos que tienen una vida sin sentido y sin lógica aparente. Es un mundo en el que solo permea la soledad y la desesperanza.
El narrador esta vez se focaliza en un día cualquiera del Bar La Turca:

En un rincón sentado sobre una banqueta próxima a la caja registradora, un militar lee algo que había escrito sobre el sudor del vaso. Hay una mínima tentativa de rescatar un gesto olvidado, es como si una imagen lo dominara […] El Viejo abogado se había quedado solo, se encogió de hombros y bebió, penosamente un sorbo de cerveza que le aflojó la cara y lo hizo mirar a la lejanía.(76)

Cabe señalar que La balada de Alfonsina Bairán es un texto hibrido en el que dialogan diferentes géneros. En su interior conviven elementos líricos cargados de erotismo y ludismo, simbólico, metáforas. Elementos argumentativos, narrativos e históricos. Un ejemplo de lirismo lo podemos ver en los monólogos del estudiante de derecho cuando acude en uno de esos momentos al hotel de chinos en la calle Duarte:

Bartolina me presta su sexo, se derrama con su terneza de niña experimentada. Ah, Bartolina me presta su sexo como un halago, ahora sin paga ni florecita de plástico, contra la soledad y la miseria del mundo. (87)

Así vemos el lirismo poético, cuando el autor implícito, permite, a través del narrador expresar en una ocasión cuando éste detiene su mirada en Alfonsina:

Alfonsina Bairán se me hizo indócil: la decencia, el desinterés, la manía del desamparo, las lágrimas que le venían como el dolor del aire, la replica que le brotaba de la niñez, altanera, como si hubiera crecido entre rosas, todo lo que soportaba y cumplía como un embrujo, como un desencuentro, como un malentendido global de su destino. (75)

De otra parte, la función del tiempo y el espacio en esta novela es muy importante para el narrador, ya que el es quien presenta unos eventos que corren paralelos con los hechos que sucedieron en diferentes momentos dentro de la novela. La presentación de estos tiempos es fragmentado, pues los tiempos pasado, pasado reciente y presente de la novela van y vienen. Como los recuerdos de Alfonsina y de su esposo, que ella revive cada martes en la tarde al pasear con sus perros por el parque Independencia.
Por otro lado encontramos que la luz es un elemento importante tanto en el mundo representado en el burdel como el mundo de la dictadura. En el desfile de la dictadura. El estudiante narrador, nos describe como los rayos del sol se abren como un charco de sangre, La luz se hace metáfora de lo que será el final, el ocaso de la dictadura, Junto a esto el silencio para describir el espacio en que se encuentra la figura magnificada del dictador que se impone como un Cesar. su imagen rodaba entre las palmeras amenazante. (68)
Así mismo, el narrador estudiante nos habla de como la luz ilumina la ciudad a la muerte de Trujillo al entrar por la habitación, mientras él sentado en el borde de una ventana describe el ambiente circundante que le rodea y repasa el inventario de su vida, la vida de cualquier individuo de la sociedad dominicana en ese momento que el autor implícito a través del narrador testigo nos comunica. “Todas las argamasas de su vida.(1)” Como decía el narrador que se introduce en la conciencia de Alberto Cuadra, son las mismas que pasan por la mente del estudiante haciendo conciencia en este monologo, denunciando los crímenes y abusos de poder:

Era la tarde. El sol estaba ahí, los surcos que dejaban los transeúntes llevaban y venían de todas partes, y a todos los unía el silencio. La ciudad se había convertido en una cripta de piedra y sus habitantes salían y entraban de la puerta de la muerte con la cabeza metida entre los hombros, pero también ahí estaban los árboles, los gritos dormidos, los ojos de los desaparecidos, el Padre Luís, Valentín …(124)

Hemos observado, a lo largo de esta relectura de La balada de Alfonsina Bairán, la novela de Andrés L. Mateo, como el autor implícito del texto discutido se valió de distintas formas de manipular la voz narrativa para construir su texto. Igualmente es notable que la ironía es un elemento que permea en la superficie de la novela todo el tiempo. Así como también se puede observar como se vale el autor implícito de sus conocimientos intelectuales, políticos, de historia, su formación como poeta, al igual que se percibe en el texto su formación marxista muy evidente en el discurso de esta novela así como en toda su obra literaria. Sabemos que el autor se siente comprometido con la época que narra en sus novelas.
En cuanto al espacio tematizado, vemos la importancia en la novela de Mateo de la calle El Conde, Parque Independencia y sobre todo el rio Ozama los cuales son temas recurrentes en toda su obra poética, ensayística y sus tres novelas.
La balada de Alfonsina Bairán es una obra capaz de crear las condiciones para mantener la lectura del receptor en la dirección deseada por el autor implícito.
Bibliografía
Mateo, Andrés L. La balada de Alfonsina Bairán. Madrid: Alianza Editorial, 1999.
Estudios sobre el autor.
Di Pietro, Giovanni. “Andrés L. Mateo” en Las mejores novelas dominicanas. San Juan: Editora Isla Negra. 1999.
… Algunos apuntes sobre las novelas de Andrés L. Mateo. “Novela solo novela.” Listín Diario. Santo Domingo, 1992.
Fornerín, Miguel Ángel. “Muestra dominicana.” A propósito.
Revista de literatura y expresiones artísticas. Ponce, Puerto Rico. Número 6. Mayo de 1997.
… La Otra visión del burdel. “La balada de Alfonsina Bairán.” En Santo Domingo y Puerto Rico también son. San Juan: Isla negra. 1999.
Bibliografía general.
Bal, Mieke. Teoría de la narrativa. Madrid: Ediciones Cátedra. 1987.
Bobes Naves, María del Carmen. La novela. Madrid: Editorial Síntesis. 1993.
Garrido Domínguez, Antonio. El texto narrativo. Madrid: Editorial Síntesis. 1993.
Genette, G. Figuras III. París 1972. En La novela. Madrid: 1993.